domingo, 1 de mayo de 2011

Monárquico o republicano

El 14 de abril, algunos obstinados conmemoran el Día de la República Española, no sé si se referido a la primera, a la segunda, al día en que la instauraron o a su fecha de caducidad. Lo cierto es que, como dijera El Guerrita –califa del toreo cordobés–, “hay gente pa tó”, así que no me faltaron correos mayoritariamente favorables a tan singular celebración.

Es notoria mi absoluta indolencia por estas cuestiones y el nulo interés que despiertan entre mis neuronas. Pensaba yo que, viviendo en un reino, en el Reino de España, hubiera uno de ser monárquico por simple toponimia, sin ir más lejos.

image_thumb4“Tanta tropa no puede estar equivocada”, -me dije no obstante- y como esos días apetecía madrugar, me dispuse a invertir el alba rebuscando en la wikipedia lo que el mercado ofrece en el rublo de repúblicas y monarquías. Y encontré cosas interesantes:

Estados Unidos. República. Primera en el ranking mundial de competitividad y en investigación y en universidades y en “n” aspectos más. Tantos que Zapatero decidió irse junto a Obama a rezar por si el de arriba le echaba una manita con lo del paro. O con lo de las niñas.
Finlandia. República. Primera en educación, según el informe PISA, y en investigación tecnológica. Ha firmado todos los instrumentos internacionales existentes sobre derechos humanos.
Alemania. Republica. Eisbeis mit Sauerkraut. Goethe, Schiller, Bach, Beethoven, Kant, Hegel…¡Casi nada! Primera en empezar a crecer tras la crisis. Locomotora económica de Europa, germanófilos aparte.

A punto de hacerme republicano, me entero de que algunos recalcitrantes quieren volver a 1933. Eso sí que no. Poco después vino la guerra y los republicanos la perdieron. Y el presidente de aquella república se llamaba Azaña, con “z”. Definitivamente, no. Nada de “zejas”, nada de desenterrar muertos.

Tiré de nuevo de wiki y encontré esto:

Japón. Monarquía. Alfabetización del 99,9%, de las más altas del mundo, si no la más. Todo en electrónica y tecnología de última hora. A pesar del terremoto y de las centrales atómicas descacharradas, primeros en casi mucho.
Suecia, Noruega y Dinamarca. Monarquías. En el grupo “muy alto” de desarrollo humano y a la cabeza de Europa en desarrollo económico. Calidad de vida, smørrebrød, esquí a tope. Envidiables en casi todo.
Reino Unido. Monarquía. Ochenta años de esperanza de vida al nacer. Echándole huevos para remontar la crisis fuera del euro, conducir por la izquierda… Fausto idioma universal.

Nada, nada, ¡monárquico!...

image_thumb3Mejor no. Estoy hecho un lío. No me apetece ser súbdito como los ingleses. Volví a considerar las repúblicas: Cuba y Venezuela no, que son dictaduras del pueblo y a mí el pueblo me la reflanflinfla. ¿Qué tal China?... Un “dragón” con la economía disparada, la muralla china… ¡hermoso país! Se debe estar bien allá. Pero no me gusta tanto rollito primavera y tanto arroz tres delicias, que estriñe mucho. No. Tampoco.

Y de pronto se hizo la luz: ¡soberanista! Eso es. Me haré soberanista. Fiel, como la fiel infantería, al brandy Soberano de González Byass.


IMÁGENES: Arriba, fragmento de “La libertad guiando al pueblo”, del pintor francés Eugène Delacroix. Abajo, una calle de Londres engalanada para la boda del príncipe Guillermo de Inglaterra con Kate Middleton.

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